Marcos Patronelli: “Vuelvo en 2015”

En una charla íntima, confirmó que buscará el desquite en equipo con su hermano Alejandro.

El teléfono suena un par de veces y enseguida atienden. “¿Qué haces monstruo”? Saluda el protagonista de esta charla. Ya con esas primeras palabras uno puede darse cuenta que el entrevistado está distendido, como si nada hubiese pasado en las últimas 72 horas. Pero no es así. A Marcos Patronelli aún le dura la bronca por su temprana deserción en la edición 2014 del Dakar, que ocurrió en la tercera etapa (San Rafael-San Juan). “Estoy acá solo en mi casa. Estoy lavando el auto. Hace como cinco años que no lavo un auto. No estoy mal, pero siento que me metieron una patada en el culo y me mandaron de golpe a Las Flores. La verdad, no entiendo nada”, se sincera.

La amargura es lógica. Es entendible. Marcos llegó a esta carrera como gran favorito y se quedó con las manos vacías. No pudo revalidar el título que logró en 2013 (también ganó en 2010) por una falla mecánica en su cuatriciclo que desencadeno una serie de incidentes que terminaron en su abandono en el medio de una montaña.

“Sigo un poco amargado por lo que pasó. Es como que no caigo que me haya sucedido esto. Todo el mundo pasó por ese lugar sin problemas… Yo tuve una falla con la inyección del cuatri que me impidió subir la montaña. Como el cuatri no me andaba y la trepada no la podía subir, intenté ir por un costado. Fui por ahí, pero no me di cuenta que la misma montaña me estaba llevando a una pendiente. Cuando me di cuenta estaba haciendo fuerza para que no se me fuera el cuatri de las manos, pero no pude evitar que se cayera. No lo puedo creer… No sé quién me mandó a ir por ahí”, afirma.

-¿En ningún momento pensaste en que lo mejor era reparar el cuatriciclo, asegurarse te que anduviese y seguir?

-Fue un momento de apuro… Yo estaba corriendo el Dakar. A mi no me gusta frenar y jugar al mecánico en el medio de una montaña. Aunque sí sabía que si no podía pasar por el costado como yo quería, iba a tener que parar y desarmar el cuatri para repararlo. Pero en cinco segundos me quedé sin nada. Fue una cosa de locos. Si pensaba lo que me estaba pasando fríamente, tal vez la situación sería otra. Porque la montaña no era una cosa impasable. Pero mi cuatri no tenía potencia y, además, fallaba. Se paraba y arrancaba. Pensé que por ahí iba a tener suerte y no se iba a detener al momento de subir la trepada… Pero fue todo muy rápido…

-Debe ser un trago difícil de digerir…

-Y sí… La verdad es que estoy cada día más amargado. No me importa no haber llegado al Dakar, sí me importa la equivocación que cometí. Fue un error mío, aunque por culpa del cuatriciclo. Fueron las dos cosas que se juntaron. Cuando llegué a casa todos me preguntaron por qué no desarmé el cuatri y lo arreglé, pero en el momento no la pensás. Me imaginé que esa era la última subida y que después venía la bajada… Pero subía y subía y no bajaba más.

-Vos tenés experiencia e incluso ganaste dos veces la carrera. Evidentemente, el Dakar no perdona a nadie.

-Yo siempre digo eso. Al Dakar no hay que subestimarlo. Y no lo digo por nada. Es cierto. El Dakar te deja en cualquier momento. A mí me dejó en menos de un minuto. En un minuto de reloj, se me fue. Por suerte no me pasó nada. Además, no venía haciendo locuras. Venía re tranquilo, muy pancho corriendo porque era la etapa maratón. Pero me falló el cuatri… Es la primera vez que me pasa algo así porque el cuatri nunca falló.

-Tu abandono provocó una gran reacción de la gente, que no paró de apoyarte en las redes sociales.

-Sino fuera por la gente, realmente estaría mal de verdad. De todos los Dakar anteriores, este fue en el que más sentí el cariño del público. Es increíble. Y eso que nosotros no corremos durante todo el año y sólo participamos en el Dakar. Ya en Rosario el cariño fue impresionante. Yo les decía, “paren locos que ni siguiera lo gané”. Eso creo que fue lo mejor de esta experiencia.

-Pensás en qué hubiese pasado sin ese problema…

-Mirá, a mí lo que me deja tranquilo es que en la primera etapa salí segundo y que en la segunda, gané. Si abandonaba porque me comía una cortada, era un boludo porque venía a fondo y no estaba atento a la hoja de ruta. Pero estaba en un lugar en el que eso no podía pasar y cometí un error porque el cuatri fallaba. No sé si decirlo, porque estamos hablando de un Dakar, pero si las cosas me salían más o menos bien iba a ser muy difícil que me ganen. Mi rivales van bien, pero yo siento que voy un poquito mejor.

-¿Y qué te enseñó esto?

-Que para la próxima vez, antes de ir al Dakar vamos a pasar varios días en San Juan probando el cuatri a 5.000 metros para evitar tener una falla como la que tuve.

-¿Eso significa que vas a volver y que no te retiras como dijiste antes de la carrera?

-(silencio)… Es muy difícil, por ahí lo hace Alejandro…

 -Pero no es lindo retirarte de un Dakar con un abandono, deberías volver y tratar de ganar.

-Y sí, seguro… Pero hoy es muy difícil.

Los días pasan. Hace una semana que Marcos abandonó. “Hola, vi que me llamaste un montón de veces. Estoy en la costa y recién ahora prendí el teléfono”, dice. Efectivamente, el clan Patronelli está de vacaciones en Cariló mientras la carrera más dura del mundo está entrando en sus instancias finales. Pero antes de hablar del futuro deportivo de Loquillo, como todos lo conocen; es bueno hablar también de su otra pasión: la música. Es que Capitán Nightrain, la banda en la que toca el bajo y que comparte con sus hermanos Fafo (voz) y Toto (guitarra) y sus amigos Fuse Melo (segunda guitarra) y Ruda Melo (batería), está por editar su primer trabajo.

-¿Cómo viene el primer CD de Capitán Nightrain?

-Va a estar muy pronto. Creo que antes de abril. Ya tenemos varios temas grabados a los que Fafo les tiene que poner la voz. Estamos muy entusiasmados. Empezamos un poco para joder, pero a la gente le gusta mucho lo que hacemos y eso hizo que nos tomáramos la cosa muy enserio. De hecho ya tenemos varias fechas agendazas para ir a tocar.

De algún modo, Capitan Nightrain también le quita el sueño a Marcos. Su voz refleja tanto entusiasmo como si estuviese hablando del Dakar. Por eso no duda en enviar por mail el primer tema de difusión. Se llama Colchón de Plata y tiene claras reminiscencias a Gun’s and Roses, el grupo de cabecera. Con ese tema de fondo, surge la pregunta inevitable…

-¿Cambiaste de postura o, definitivamente, el Dakar 2014 fue el último para vos?

-Mirá… Vuelvo en 2015. Es casi un hecho, pero no voy a hacerlo solo. Vamos de nuevo con Alejandro. Los dos juntos. Ya hablamos con Yamaha y la idea es hacer un cuatriciclo totalmente nuevo. Vamos a trabajar todo el año para eso.

No hacen falta seguir con el interrogatorio para saber el motivo de este regreso. Marcos quiere desquitarse y sabe que Alejandro es el apoyo que necesita para que el apellido Patronelli vuelva a lo más alto. Y eso sucederá.

Fuente: Prensa Red Bull Argentina