La FIA aclara su postura y la de la FOTA

La guerra que siguen librando la FIA y la FOTA ha escrito hoy un nuevo capítulo con el comunicado de prensa facilitado por la Federación Internacional de Automovilismo.

En esencia, la FIA declara que los intentos de la FOTA por hacerse con una parte de la gestión de la Fórmula Uno no tendrán éxito, y que tampoco conseguirán percibir más ingresos por parte de Bernie Ecclestone y la FOM.

"La FIA y la FOM han construido juntos durante décadas el actual Campeonato del Mundo de Fórmula Uno, la categoría de automovilismo más vista y seguida de la historia," indica el comunicado.

La FIA declara que en su opinión los miembros de la FOTA - Toyota, BMW, Ferrari, Renault, McLaren, Brawn, Red, Bull, Y Toro Rosso – han decidido perseguir dos objetivos: "hacerse con el control de la reglamentación de la Fórmula Uno y también con los derechos comerciales del Campeonato."

"Y esos son dos objetivos que la FIA no puede aceptar."

Max Mosley se mantiene firme en la introducción de un límite presupuestario para tosos los equipos porque la experiencia de los últimos años demuestra que "todos los intentos por limitar los gastos con restricciones técnicas han fracasado."

El Presidente de la FIA, Max Mosley, considera que la única forma de garantizar la innovación técnica en el deporte es limitar la cantidad de dinero que puede invertirse, y permitir a los ingenieros desarrollar sus mejores iniciativas con los recursos que tengan a su disposición.

"Eso es exactamente lo que ocurre en el mundo real y es la única forma válida para que la Fórmula Uno siga adelante," prosigue el documento de la FIA. "Sin innovación técnica, la Fórmula Uno morirá. Pero sin limitar los costes, la Fórmula perderá a sus equipos.Y esa es la razón por la que la FIA insiste en incluir la restricción de costes en las regulaciones de la Fórmula Uno."

En lo que seguramente puede ser visto como una provocación por parte de los ocho miembros de la FOTA, el comunicado de la FIA indica que los miembros de la FOTA "van y vienen en función de su interés."

La FIA culpa a la FOTA del fracaso de las negociaciones en un asunto como el del límite presupuestario en el que están básicamente de acuerdo (que excluiría ciertos salarios y los gastos en marketing). Sin embargo, uno de los puntos de desacuerdo es que la FIA únicamente estaría dispuesta a retrasar un año su radical recorte de gastos por equipo.

Y aunque los ocho equipos ‘rebeldes’ están de acuerdo con la necesidad de limitar los gastos, prefieren que sea un proceso más progresivo, en dos o tres años, para así tener tiempo de ir ajustándose a la nueva situación a nivel operativo, de personal y otros aspectos.

La FIA también se opone a la propuesta de la FOTA de jugar un papel en el gobierno de la Fórmula Uno: "La F1 necesita un regulador fuerte e imparcial porque en este deporte la gente quiere ganar a cualquier precio."

CAPSIS International